Nosotras

“Que todas las mujeres siembren en su corazón la necesidad de organizarse”

Comandanta Ramona. De las mujeres que paren nuevos mundos

Nos gusta pensar que brotamos como las flores en la chinampa, después de un arduo trabajo y con el riego constante de aprendizajes en colectividad, para hacer frente a los problemas que vivimos en nuestros pueblos.

Fue así que el 13 de abril 2016, entre caminos de agua y montañas, nacimos como la colectiva Xochimilcas Disidentes. Las semillas que geminamos este sueño colectivo fuimos Angélica Sánchez (psicóloga educativa), Ana González (gestora cultural-artista), Valeria Hernández (psicóloga social comunitaria) y Minerva H. Trejo (artista-productora). Los vientos de cambio dieron lugar a nuevos rumbos para Valeria hacia otras tierras fértiles y la llegada de Carla Palacios Morales (artista y tallerista).

Hemos formado parte de diferentes organizaciones comunitarias en el sur-oriente de la ciudad de México, nacidas  de la resistencia ante el despojo del territorio, la delincuencia, la fragmentación del tejido social, las problemáticas ambientales y otras heridas comunitarias. Actualmente seguimos construyendo redes de colaboración con otras mentes y corazones con los cuales coincidimos en ideales y principios de colaboración.

Creemos en la construcción colectiva, cooperativa, solidaria y respetuosa que nos permite crear un telar de colaboraciones. En la reconstrucción del tejido social a partir de la creatividad y los afectos, pues han constituido nuestras mejores herramientas para encontrar soluciones a los problemas que enfrentamos como pueblos y organizaciones.

Proponemos crear espacios para reconstruir a través de la reflexión-acción permanente y de los afectos compartidos.

Proponemos aprender a escucharnos para saber ¿Cómo entendemos un problema?, ¿Cómo lo sentimos?, ¿Dónde lo sentimos? Pues esto nos ayuda a cuestionar determinadas prácticas de la organización y a generar caminos de buen trato.

Defendemos, sumamos y compartimos los espacios que hemos creado para el autocuidado y el cuidado colectivo. Seguimos en el aprendizaje infinito.

Ofrecemos nuestra experiencia, saberes y afectos desarrollados en estos años de creación conjunta y multidisciplinaria; nuestros caminos andados y experiencias de vida, pues son semillas que nos han enseñado a florecer respetando los tiempos de todas, a entender cuándo estar, cómo estar y qué aportar.